lunes, 10 de enero de 2011

A rugir el cañón, con las estrategias mediáticas
13.12.2010

“Lo mejor que puedes hacer por los demás
no es enseñarles tus riquezas
sino hacerle ver la suya”…
Goethe

Medios de comunicación chantajeados y la sociedad extorsionada, es la cultura de moda en donde los malos se ven mejor que los buenos, ya que la sociedad no ha sabido controlar, la gran crisis y la manipulación mediática que mantiene a la población sin contenidos de valor en el Estado… Por ello señalan en el barrio, “Perro no come carne de perro”. Sí, porque ya se acaba el 2010 y no pasa nada sobre castigar la corrupción administrativa en Puebla, no obstante los cuestionamientos fuertes que hace la sociedad, que al parecer, quedarán para “el después”.

Sí, continúa la estrategia de la distracción implementada por el gobierno y los grupos de poder, que utilizan como elemento primordial para el control social, a la citada “estrategia de la distracción”, consistente en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por los mismos grupos políticos y económicos… ¡Claro!, mediante la técnica terrorista, los muertos de la sierra, los diluvios o inundaciones y en general, de continuas distracciones y de informaciones insignificantes que lo único que hacen, es que los grupos delincuenciales se sientan ganando batallas y la sociedad, no se de cuenta de toda la realidad en la que vive en lo individual.

Sí, ante el poder de las elites políticas y económicas, ni los medios escritos y sobre todo los electrónicos, desean modificar los patrones de la comunicación, y lo triste como entidad, es que cuando se venden a los citados grupos, con la famosa “estrategia de la distracción” se impide al pueblo, interesarse por los conocimientos esenciales y razonar a tiempo, sobre el futuro que se avecina… Sí, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada, ocupada, sin ningún tiempo para pensar, y retornando día con día, “como los animales al corral”, dirían en mi rancho.

Y si aun no lo ven así, consideren lo que se cita en el barrio, durante seis años “alguien” fue el encargado de ¡crear problemas!, ja-ja, para después ¡ofrecer soluciones!. En el arte de la lingüística, a este método se le llama “problema-reacción-solución”. Sí, primero se crea un problema (pandemias, devaluaciones, muertes masivas, la disminución de la tenencia, etc.), y luego, una “situación prevista” para causar cierta reacción en el público (enfermos, legisladores en defensa del pueblo, el ejercito a las calles, los desgarriates en el Congreso), a fin de que éste sea el mandante de las medidas que “el todo poderoso”, ¡desea hacer aceptar!.

Y claro, cuando todo está precisado, el mismo pueblo es el demandante para que se apliquen las leyes… en perjuicio de su propia libertad, y ni que decir en lo económico, maquiavélicamente se dispone todo para hacer aceptar como un mal necesario, el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos ó, la imposición de funcionarios afines a los intereses exclusivos del gobernante y sus grupos de poder.

Ejemplo de ello cita la gente de mi pueblo, es la estrategia maquiavélica empleada por el gobierno ¡del juego de la tenencia!, para incrementar el precio de cigarros, gasolina ó gas, en donde bajo la gradualidad, se va haciendo que se acepte una medida inaceptable. Sí, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, a un pequeño grupo o por años consecutivos, para que la sociedad termine aceptándola, a manera tal que ¡por ley!, sea difícil contrarrestarla.

El mismo caso se nos ha presentado con el desempleo masivo, los salarios que ya no aseguran ingresos decentes en la jubilación y tantos otros cambios que en época de antaño, hubieran provocado no una revolución, sino más bien, ¡cien más!, si hubiesen sido aplicadas las imposiciones de un solo fregadazo. Sí, porque la masa, el pueblo, siempre tiene la tendencia a esperar ingenuamente que “todo será mejor mañana” y que el sacrificio exigido por nuestros gobernantes y legisladores “para el bien de México”, no puede ser evitado.

Claro, como decía mi maestro de lingüística, una manera de hacer aceptar al pueblo, una decisión impopular, es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”… Sí, la clásica estrategia de diferir, en donde se obtiene la aceptación pública en el momento preciso, para una aplicación futura (ej. tenencia Vds. Impuesto estatal vehicular)… ¡Claro, es la misma gata revolcada!, “citan el barrio”, pero lo que pasa es que es más fácil aceptar un sacrificio futuro, que un sacrificio inmediato.

Lo cierto cuenta la gente, es que esto da más tiempo a la sociedad para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento, pero también citan que los políticos no han aprendido la lección, continúan dirigiéndose al pueblo como criaturas de poca edad, continúan utilizando discursos, argumentos y justificaciones infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si nosotros los oyentes fuésemos criaturas con deficiencia mental… ¡Por eso les recuerdan a sus!... ¡comicios 2012!.

¡Cuidado dicen en mi barrio!, cuanto más intenten los gobernantes y/o políticos buscar engañar al pueblo, más tenderán a adoptar un tono trivial, por qué según cuenta la gente, “Si uno se dirige a una persona como tuviese la minoría de edad (8 a 12 años o menos), entonces, bajo el razonamiento de la sugestión, ella tenderá con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico (como la de un menor de edad)… Sí, utilizan el aspecto emocional mucho más que el de la reflexión.

Por eso lo que la gente cuenta es que “hacer uso del aspecto emocional”, es una técnica clásica de gobernantes y polacos, para causar un corto circuito en el análisis racional del pueblo y finalmente al sentido critico de los individuos… Porque la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para crear o incrustar ideas, deseos, aprensiones, temores y coacciones o en el mejor de los casos, a inducir comportamientos.

Sí, lo que al parecer el poblano aun no capta, es que “mantener al pueblo en la ignorancia y la mediocridad”, hace que como sociedad seamos incapaces de comprender las ideas maquiavélicas del gobernante y los políticos, así como los métodos que utilizan para nuestro control y esclavitud. Tal es el caso de “la calidad de la educación que en el genérico se dio en esta administración a las clases sociales medias y marginadas”, ¡claro!, la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre la “sociedad inferior” y la “clase social superior”, sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores.

Los seres humanos, somos como instrumentos de cuerdas, si se tienen bien afinados y un talentoso músico los utiliza, se tocaran inusitadas melodías. Es decir, si entendemos o somos consientes de nuestro verdadero valor, capacidad, fortaleza y talento, del mismo modo creeremos en nosotros mismos y sabremos para donde ir por nuestro destino… Sí, al liberar el propio potencial y ser realizadores de nuestra propia existencia, seremos consientes de la gran riqueza que poseemos y sabedores de lo que somos.

Por eso dicen por ahí, que el poblano común se está auto desvalorando en lugar de rebelarse contra el sistema político y económico, que se culpa e inhibe su acción y que por eso, ¡ya no hay revolución!. No obstante ello, los que saben dicen que hoy mira al horizonte, retomando la esperanza de que habrá justicia en la próxima administración y sanciones a los que a la chinvada se van… ¿o usted que opina?.

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