lunes, 10 de enero de 2011

Puebla cabizbaja, ante el festejo de la Revolución Mexicana
16.11.2010

A principio del siglo XX, Puebla y los poblanos, hambriento de progreso y justicia enfrentaron en una de las peores épocas de su vida política, social y económica, al llamado dictador mexicano, al General y presidente de la república, Porfirio Díaz, quien con casi 30 años en el poder, tenía como hoy se encuentra el país, con grandes diferencias sociales que hacen que los ricos se vuelvan cada vez más ricos y los pobres a su vez, ¡más miserables!.

Sí, con el afán de superar las criticas condiciones que se vivían en el momento (1910) buscó con la revolución armada, nuevas formas de vida y progreso, aseguran los estudiosos del caso, que planeado el estallido nacional para el 20 de noviembre de 1910, en Puebla, los planes fueron descubiertos por el gobernador Mucio Martínez, lo que orilló a que el 18 de noviembre, los hermanos Aquiles, Carmen y Máximo Serdán, dieran la primera batalla frontal en aras de “los valores democráticos y la libertad” y que se comparten, con las causas sociales por las que lucharan Villa y Zapata, pero que hoy, ya no importa ni a gobernantes y legisladores.

A cien años de distancia, esta lucha de la sociedad cerrada con la promulgación de la Constitución Política de México mantiene a la gente con las preguntas: “¿Como tener libertad sin orden?”, ¿Cómo tener o hablar de Democracia sin Democracia?, ¿Cómo tener certeza jurídica con la incapacidad de los órganos de garantía para perfeccionarse y erigirse en jueces únicos de su propio derecho procesal, factores de transparencia, fiscalización y rendición de cuentas, dirección de su poder emanado constitucionalmente, en materia judicial?... ¿Cómo devolver el control de la gente a sus autoridades, para poder existir como una entidad federativa y en un México Democrático?.

Sí, la gente en el barrio ante el escenario cotidiano que vive y en donde la seguridad que cada uno tiene, se consigna de la conducta de los demás y en las acciones de la vida privada como en las funciones públicas de la comunidad, determina que en las últimas administraciones se ha deteriorando en Puebla la imagen nacional e internacionalmente por motivos de actitudes y prepotencias gubernamentales. Sí, tardíamente comprendió que presionada o marginada y en su caso comprada la gran mayoría de los medios de comunicación, se ha minimizado las actuaciones e intenciones de difundir y en su caso replicar, lo que jurídica y judicialmente es respectivamente anticonstitucional e incorrecto para los fines que persigue una sociedad, que de hecho fue y es, una lucha “Por el progreso, la unidad del sistema de garantías y el Derecho Constitucional”.

Sí, porque ante la memoria de nuestros héroes de 1910 y particularmente la lucha que hoy la sociedad emprendió por su dignidad ante los abusos y nefasta actitud del poder de las elites en Puebla, el sequito administrativo y partidista de seguidores, impulsa al poblano ha esforzarse por alcanzar una Puebla próspera y sobre todo, libre, justa, segura, con pleno “Estado de Legalidad” y especialmente “de Derecho”. Casos ejemplo últimos, de la situación que revivimos como en antaño, son en materia de empleo lo manifestado por el INEGI a través de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), “Cierra Puebla con cuarta cifra más alta de desocupados en el sexenio de Marín” (102 mil 180 personas desocupadas en el primer trimestre de 2010), y sí, cuenta la gente que por las “obras marinistas” de última hora (todas ellas envueltas en escándalos de corrupción), en septiembre había 2 millones 451 mil poblanos (Población Económicamente Activa); mientras las personas ocupadas tan sólo sumaron 2 millones 358 mil.

“Tierra y Libertad”. Bajo el despojo ejidal, abuso de autoridad, negocios y corrupción, los gobernantes operan a través de los tiempos a favor de las élites económicas en el poder. Sí, hoy en día se ve envuelto el polémico caso de la frustrada venta de dos terrenos de la Reserva Territorial Atlixcáyotl, el proyecto de “La Célula” y el enriquecimiento ilícito que ello propicia. De “La Célula”… “propiedad del Gobierno del estado”… cuenta la gente que comprende mil 60 hectáreas, de las cuales en sesión del Congreso local y con mayoría PRIista (en 2007), aprobó la donación de 600 hectáreas y últimamente, otra “de 45 hectáreas”, acción de la cual según manifiesto de Manuel Janeiro, diputado local del PAN, el Gobierno está “regularizando los terrenos”, ¡para malvenderlos!, claro, antes de que concluya la actual administración, tal y como sucedió con el “Fideicomiso de la Reserva Territorial Atlixcáyotl”. Por otro lado, el diputado priista, Huerta Morales, advierte que falta por regularizar el 30% del total del terreno, por lo que cuestionan en mi barrio… La bendita Célula, ¿otra punta de iceberg?.

Y blasfema la gente que la carrera, visión política y económica del mandatario Marín, inicia cuando Piña Olaya, lo manda como operador en materia electoral y política, “cuando Bartlett ganó las elecciones”, período en donde se hicieron negocios con las tierras de Momoxpan y otras más, encumbrándose como secretario de gobernación, presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, presidente municipal de la ciudad capital de Puebla, y con los años, llegando a Casa Aguayo. Sí, a pesar de todos los poblanos y lo enmarcado por la Carta Magna, indica el vulgo una perversa complicidad “del Poder Ejecutivo con el Poder Legislativo” y bajo el auspicio de la secretaría de Finanzas y del Órgano de Fiscalización Superior, en la revisión a la cuenta pública. Sí, manchas en el tigre que citan en mi rancho, fue el motivo del derrocamiento marinista y del PRI en Puebla.

A propósito de la derrota del PRI en Puebla, cuenta la gente que perdió porque Marín es un gobernador desprestigiado, que en la expresión fulminante y plena en adjetivos, todo está claro conforme al informe llamado "La verdad concreta" del ex dirigente Alejandro Armenta Mier, quien bajo la derrota y la lección histórica del 4 de julio pasado, dejó su legado para que repiensen el quehacer político en Puebla, “los amigos son de mentiras y los enemigos de a de veras”. Sí, ante la nueva imposición, deja claro que se necesita “compromiso con el mismo PRI, con el proyecto de nación y del estado”, y no así, por el usufructo de candidaturas; necesario es desterrar el chantaje político; rescatar el código de ética partidaria, plataformas electorales por encima de los liderazgos carismáticos o mesiánicos, pero sobre todo, capacidad de anteponer los intereses de Puebla y del partido a los intereses personales y de grupo, algo que por imposiciones, el culto a la sumisión y la personalidad, ¡no se logró!.

Sí, el último informe de Armenta, el cambio de estafeta del Comité Estatal del PRI (Carlos Lastiri como presidente y Lucero Saldaña como secretaria general), en donde todos asumieron su papel de complicidad y de culpa ante la única presencia del delegado, Valentín Meneses, José Alarcón y Darío Carmona. Cita la gente que lo vivió, que fue por orden superior emitida desde Casa Puebla, “en manera espuria, en el silencio y en el anonimato”, y claro, sin la presencia obligada del primer priista del Estado… Buen viento Alejandro Armenta Mier, pon proa sin culpa ni pena en Nayarit y en tú nuevo cargo de delegado del CEN.

“En memoria de la gente cuyo rastro se perdió con el torbellino de la revolución”. Rosendo Contreras, Manuel Paz y Puente, Vicente Reyes, Clotilde Torres, Manuel Méndez, Miguel Patiño, Fausto Nieto, Manuel Velásquez, Juan Sánchez, Carlos Corona, Andrés Cano, Miguel Cruz, Francisco Sánchez, Epigmenio Martínez, Luis Teysser.

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