La Agricultura Sustentable y los Transgénicos en México
21.09.2009
La liberación de semillas y otros productos genéticamente modificados han creado una enorme incertidumbre entre académicos, investigadores y sociedad en general, por sus posibles impactos sobre la biodiversidad, la soberanía alimentaria y la salud humana. Pese a ello, las autoridades mexicanas han permitido la libre importación de estos productos, lo cual ha provocado en algunas regiones la contaminación transgénica, principalmente, de los cultivos de maíz.
Argumento 2008
La generación de estos Organismos Genéticamente Modificados ha generado una gran incertidumbre en cuanto a sus impactos en la salud, debido a que no se han hecho los estudios necesarios, apegados al principio precautorio, para demostrar su inocuidad en la salud humana. Además han generado daños irreversibles de gran alcance sobre el medio ambiente, la calidad de los suelos se ve minada por la acumulación de la toxina BT, han causado resistencia en insectos y, en el caso del transgénico RR, en malezas. México es la región Origen del Maíz. En el país se cuenta con 60 variedades de maíz criollo y cerca de 2000 variedades adaptadas, adicionalmente contiene una gran biodiversidad, por lo que la contaminación de toda esta variedad genética representa un grave peligro no tan sólo para la nación sino también para los seres humanos, dado que, en el caso de perderse las plantas madre, los agricultores no podrán seguir con la práctica de adaptación de variedades tradicionales para enfrentar problemáticas de sequía, plagas y cambios agronómicos.
La coyuntura del campo mexicano se encuentra en una grave situación de desmantelamiento. Aprovechando este contexto, tanto el gobierno como las Empresas Transnacionales (ET), han argumentado que la implementación del Maíz Transgénico (MT) en el país, traerá consigo un incremento en la producción de dicho grano. Sin embargo ya existen experiencias que demuestran lo contrario. El caso de agricultores filipinos confirma que la semilla de MT no produce más y sí incrementa los costos de producción debido a que es de 2 a 6 veces más cara que las semillas convencionales, además se enfrenta al rechazo por parte de consumidores en muchos países de Europa.
El trasfondo de la promoción de Organismos Genéticamente Modificados (OGM), no es la reactivación del campo mexicano, sino más bien, intereses monopólicos de corporaciones como Monsanto, la cual detenta el 90% de las patentes de OGM.
Otro factor de riesgo para la biodiversidad nacional, lo son las importaciones de maíz provenientes de Estados Unidos, debido a que éste no cuenta con un mecanismo de segregación de las variedades convencionales y las transgénicas que exporta. Aunado a lo anterior lo es el hecho de que México no cuenta aún con un sistema de etiquetado y monitoreo de sus importaciones.
Debido a lo preconcebido, organizaciones no gubernamentales (ONG’s) mexicanas, así como Greenpeace, han demandado el rechazo contundente de las autoridades mexicanas a las solicitudes de siembras experimentales en México. Asimismo pugnan porque se establezca un sistema adecuado de etiquetado, a los productos que contienen OGM, mayores subsidios y programas para el campo, que promuevan proyectos de agricultura sustentable o agroecológicos.
Un ejemplo de ello es la Campaña de “Agricultura Sustentable y Transgénicos 2008”, misma que está orientada a trabajar por una agricultura sustentable basada en la biodiversidad, así como emplazada a proteger los bosques y otra diversidad de ecosistemas naturales. De igual forma se persigue en citada campaña, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la promoción de la calidad del recurso hídrico y los suelos, el uso mínimo de fertilizantes no orgánicos y plaguicidas, agricultura libre de transgénicos y que promueva el comercio justo y la soberanía alimentaria.
La "Metas de la Campaña":
A corto plazo: impedir la autorización de las siembras experimentales de OGM. Evitar la amenaza de contaminación irreversible de México como centro de origen del maíz, el desmantelamiento del campo mexicano y, por ende, mayores índices de migración de campesinos e indígenas. Los transgénicos son uno de los aspectos más críticos del modelo actual de la agricultura, dado que representan un intento de control de la producción de alimentos por parte de las corporaciones biotecnológicas y agroquímicas sin precedentes, lo cual supone, una.
A mediano plazo: la campaña impulsará un modelo de agricultura sustentable con proyectos agroecológicos, social, económica y ambientalmente justos. Con sistemas de producción que protejan la salud de los recursos del planeta y de sus ecosistemas, así como a las personas y los seres vivos que dependen de ellos.
A largo plazo: El fortalecimiento de proyectos agroecológicos es esencial para la búsqueda de alternativas. Incidir en la implementación de políticas de reducción del uso de fertilizantes, en favor de productos que colaboren con la disminución de emisiones de GEI y eviten la contaminación de los alimentos. El uso desmedido de fertilizantes representa un grave daño al medio ambiente y al clima. Son una amenaza para la producción de alimentos y para la salud.
Para lograr estas metas, es indispensable la participación corresponsable de la sociedad. Habrá que demandar de los alimentos nacionales, que estos sean de calidad certificada, NO productos de evolución transgénica. Producidos con prácticas agroecológicas, sin fertilizantes que dañen nuestro medio ambiente. Promoventes de un comercio justo. Es decir, para logra la soberanía alimentaria, es requisito indispensable “Un consumo responsable”.
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